Uno de los mayores miedos que comparten nuestros clientes cuando comienzan una obra es que el presupuesto “se dispare”. Y no es para menos. Cualquier persona que haya vivido una reforma o una construcción nueva sabe que los imprevistos pueden aparecer, pero también que muchos sobrecostes pueden evitarse si se planifica bien desde el principio.
Desde nuestra experiencia como arquitectas, hoy queremos compartirte los errores más frecuentes que suelen provocar desviaciones en el presupuesto y, sobre todo, cómo anticiparte a ellos para que no arruinen tu proyecto ni tu tranquilidad.
1. Empezar sin un proyecto bien definido
El primer error —y uno de los más comunes— es iniciar una obra sin tener un proyecto técnico completo y cerrado. A veces se quiere ir rápido, se empieza con una “idea general” y luego se van tomando decisiones sobre la marcha. El resultado: cambios constantes, trabajos a medio hacer, incumplimientos de normativas costosos de corregir y una factura que no para de crecer.
Nuestro consejo es claro: antes de comenzar cualquier obra, invierte tiempo en definir bien lo que quieres y trabaja con un proyecto detallado, que incluya planos, memoria descriptiva, mediciones, materiales y soluciones técnicas adecuadas a las necesidades de la obra y ajustadas a la normativa. Es imprescindible un buen proyecto de ejecución para comenzar una obra con garantía de que no habrá sorpresas.
2. No contar con una dirección técnica desde el inicio
Otra causa habitual de sobrecostes es intentar coordinar la obra sin apoyo técnico. Creer que se puede comenzar antes de tener licencia o sin avisar a la dirección facultativa de que se planea comenzar la obra gestionando todo por cuenta propia puede acabar generando decisiones mal tomadas, errores de ejecución y falta de control real sobre lo que se está haciendo… y sobre lo que se está gastando. Además de ir contra la legislación vigente. Es absolutamente necesario esperar a tener la licencia para comenzar la obra y contar con los directores de obra y de ejecución de la obra desde el minuto uno para asegurar que todo va como está previsto.
En Astorga y García siempre acompañamos a nuestros clientes durante la ejecución, revisando que todo se ajuste al proyecto, validando certificaciones de obra y resolviendo cualquier imprevisto de forma profesional y ágil. Esta figura de dirección facultativa es clave para que todo se mantenga bajo control.
3. Elegir a la empresa constructora solo por precio
Sabemos que el presupuesto es importante. Pero elegir una constructora únicamente porque ofrece el precio más bajo suele acabar saliendo caro. Es muy frecuente que aparezcan partidas “no incluidas”, que se reduzca la calidad de los materiales o que haya que rehacer trabajos por una ejecución deficiente. También es frecuente que las empresas que ajustan el precio en exceso abandonen las obras a la menor fluctuación de precios de materiales o mano de obra ya que no tienen margen para enfrentar ese tipo de problemas.
Antes de decidirte, asegúrate de que el presupuesto esté bien desglosado, que incluya todo lo necesario (aunque sean partidas provisionales) y que te ofrezcan garantías. Pregunta por referencias, visita obras anteriores y valora la confianza que te transmite el equipo.
4. Hacer cambios durante la obra sin valorar su impacto
Sí, es normal que durante la obra surjan ideas nuevas: cambiar el suelo, mover una pared, añadir un armario extra… Pero lo que parece un pequeño ajuste puede tener un efecto importante en el coste final, especialmente si afecta a instalaciones, estructura o acabados ya ejecutados.
Antes de tomar una decisión, consulta siempre con el equipo técnico y asegúrate de tener claro qué implica ese cambio en términos de tiempo y dinero.
5. No prever un margen de contingencia
Incluso con una planificación impecable, siempre pueden surgir imprevistos: una tubería antigua, una zona con menor resistencia en el terreno, un material que de pronto escasea y por tanto se dispara el precio… Por eso, en cualquier obra recomendamos reservar un 10-15% del presupuesto como fondo de contingencia.
Contar con ese margen no solo te dará tranquilidad, sino que también te permitirá tomar decisiones con más libertad si hay alguna mejora que quieras incluir durante la obra.
Una obra bien planificada se mantiene bajo control
Evitar sobrecostes no es cuestión de suerte. Es el resultado de una buena planificación, de tomar decisiones con criterio y de rodearse de los profesionales adecuados.
En Astorga y García llevamos años ayudando a nuestros clientes a construir, reformar y rehabilitar viviendas sin sobresaltos, con presupuestos ajustados desde el inicio y sin desviaciones innecesarias.
¿Tienes un proyecto en mente? Contacta con nosotras y te ayudaremos a planificarlo y ejecutarlo sin sorpresas en el presupuesto.