Partimos de un antiguo almacén de maderas que reformamos de forma integral para convertirlo en nuestras oficinas, por lo tanto se trata de un cambio de uso. El principal objetivo fue desde el inicio introducir la luz, que únicamente se recibe por la fachada de acceso, hasta el fondo del local cuya forma es bastante alargada. Se mantiene la continuidad espacial en las zonas de trabajo, diferenciando usos con las distintas alturas de los techos. La idea es obtener un espacio contenedor que permita a lo largo del tiempo variaciones de configuración de las zonas de trabajo y descanso sin necesidad de nuevas obras.
En la fachada se busca una imagen de modernidad y serenidad. Se abre un gran ventanal a cierta altura de la cota de calle, a fin de preservar la privacidad respecto a los viandantes.
Se buscó la mayor eficiencia energética posible trasdosando los cerramientos y las particiones y utilizando acristalamiento aislante.
Astorga y García – Arquitectos en Gijón – Asturias